sábado, 1 de diciembre de 2007

PoR UnA CaUsA JuStA



Asimismo, las polladas reflejan la falta de oportunidad que tienen los peruanos para acceder a ciertos derechos básicos ausentes en la sociedad. Pedir la colaboración parece ser el penúltimo paso al precipicio de la mendicidad, ya que ser ciudadano con derechos está muy lejos de la realidad. Así, las parrilladas, las polladas, anticuchadas y picaronadas, populares en Lima, se han convertido en un recurso de supervivencia frente a la crisis económica y a la falta de empleo en el país. Es el medio más difundido para salir de apuros económicos. Ya no son los barrios de los conos donde se hacen polladas, sino distritos medios que no se quedan atrás cuando se trata de sacarle la vuelta a la recesión a través de este recurso.
Es así como la pollada hoy en día es uno de los fenómenos sociales más interesantes de nuestra querida sociedad urbana-limeña, especie de reunión con tintes de concierto chicha.

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